Hablar del amor es hablar de Dios, todo aquel que ama, conoce a Dios, es la fuerza más poderosa que existe, el amor es uno de los atributos divinos que envuelve el ser, Dios en acción.
El amor nos mueve, nos hace despertar la consciencia, desnudando nuestra alma para encontrarnos con nosotros mismos, nos sostiene en cada circunstancia de la vida.
Hemos visto la obra de Dios, con personas que nunca se conocieron y que después de pasar su consulta Abriendo el Corazón y asistir a los círculos de oración se unificaron y empezaron asistir periódicamente y aportar lo mejor de si mismas para su crecimiento personal y del grupo, movidas por el espíritu Divino.
Estamos convencidos que solo el amor de Dios, hace ese milagro, que podemos tener defectos como virtudes y aceptarnos tal como somos, viendo lo maravilloso que tenemos en el alma.
Nuestro amor transciende sectarismos, todos somos uno, que nuestros hermanos practicantes de cualquier religión, filosofía o vida es aceptado y le abrimos nuestro corazón al igual que todas las enseñanzas espirituales y retenemos lo bueno de cada una de ellas como nos enseña el apóstol Pablo en la Biblia. Es el amor, el que nos da comprensión y entendimiento y nos abre el corazón al perdón.