Liberando el pasado
Lo nuevo que aprendí, es aquello de atender lo “espiritual”, como le llamó Gloria, o mejor dicho, la fusión de lo mental con lo espiritual. Con la mente podemos dar explicación a todo y crear las situaciones según nuestra imaginación.
Estamos unidos a un orden mayor y nuestra vida es una posada dentro de una obra con trama y urdimbre que se teje en tiempos, espacios y dimensiones que escapan a la escala humana. Por lo tanto, cuan importante es nuestra creación personal esté ligada y consciente en todo instante a aquel orden mayor y que aunque no comprendamos a cabalidad su intención, mantenemos el vínculo vivo. A los 45 años en el retiro de RPH “Quién soy yo”, vivencié mi integridad con el todo y esa experiencia, permanece en mí.
La herramienta que actualmente utilizó para ello es la meditación. Lo nuevo de hoy es por primera vez haber pensado que mis abuelos paternos Juan de Dios y Berta, a quienes yo rechazo y critico, son parte de mi vida y que es necesario pedirles perdón por mi incomprensión hacia ellos.
La nueva de hoy es por primera vez haber pensado en ese ser que no permitir nacer, cuando a los 17 años, vino a mi vientre y cómo necesito pedir perdón a ese angelito por mi brutal acción.
Y nuevo es entender, que dicha acción incidió perturbando la relación entre su padre Eduardo, mi suegra María y yo, cómplices de la situación. Y como necesito pedir perdón a ambos y desearles paz. Comprendí que mi crítica inconsciente a mi tía Nena por aceptar a su esposo Raúl con todas sus infidelidades, hace que atraiga hacia mí hombres incapaces de amarme y que también necesito pedirle perdón por mi incomprensión.
Lo nuevo es entender que si no estamos reconciliados con otros seres humanos, vivos o aún muertos, continúan actuando impidiendo la armonía en nuestras vidas.
Y lo mas importante es saber que la solicitud de perdón podemos hacerlo en este instante, obviando tiempos y espacios, llegando así inmediatamente a esos seres.
Lo cierto de todo es que esta información me ha llegado por vía racional, siendo un primer incipiente paso y pido fervientemente que el proceso para que produzca en mi la verdadera transformación sea pronto y veloz, de manera que pueda a la brevedad gozar del nuevo ser que viene en mí.
Agradezco a la consulta de Abriendo el Corazón por haberme dado conciencia y luz en mi vida y también pido que las herramientas que Gloria me entrega como tareas las reciba yo en su adecuada dimensión y si alguna corresponde realizar, sea con libertad y goce de las enseñanzas que conlleva.