Así es mi querido lector o lectora, tu sonrisa en mi sonrisa significa que cuando yo te sonrió de todas maneras tú también me vas a sonreír, quién no se abre a la sonrisa de una persona, nos hace ganar amigos y lo más hermoso, es el mejor idioma que une a los pueblos y nos abre las puertas.
Esta es mi experiencia personal y una de las más bonitas, visitar otros países donde hablan otros idiomas como me sucedió en Europa, pude comprobar, que la sonrisa es el idioma de todos, la gente a la que tú le sonríes, es amable , te apoya , te enseña, porque tu sonrisa es tu lenguaje personal.
Todos sienten la energía de una persona sin importar su idioma, si tú estás alegre, positivo, y con una sonrisa en los labios, les transmitirás a las personas esa energía positiva que irradias y lograrás una comunicación especial con los demás.
Imagínate que con una sonrisa puedas lograr, que una persona te regale un tique para descuentos especiales en una tienda, que otra persona te muestre tu asiento, que te guíe hacia el lugar que vas, que te tomen fotos si les pides el favor con una sonrisa, que se muestren atentos contigo, solo con sonreír, todo esto es real, lo viví y se los comparto con amor.
Un rostro sonriente es un rostro que te dice, encantado(a) de conocerte, gracias por tu atención, que bueno estar conectados, no importa el idioma te entiendo, eso sí es lo maravilloso que Dios nos regaló a los seres humanos “saber sonreír.”
Si hasta hoy no has usado ese lenguaje empieza ya a practicarlo, sonríe a todos los que contactas, al comienzo te costará si no tienes ese hábito y la tristeza ha marcado tu rostro, sin embargo si practicas diariamente lo lograrás: En primer lugar sonríete a ti mismo en el espejo cada mañana. Tu sonrisa en mi sonrisa hará que siempre que sonrías la gente te responda con una sonrisa, subirán tus endorfinas, te sentirás más saludable, más feliz y más contento, tu vida tomará el curso de la gente exitosa y espiritual, que siempre esta sonriendo, riendo y contando cosas alegres a los demás, una gran sonrisa que te abre el corazón.
La práctica es sonreír, por lo menos de 10 a 12 veces al día, cada hora date tiempo para sonreír y luego sonríe a tus padres, a tu pareja, a tus hijos, hermanos, familiares, a tus amigos, a la gente que trabajas, a tus clientes a todos los que contactas y canta conmigo “sonríe, sonríe, sonríe, que el mundo sonríe cuando hay Amor.”